AQUELLA TARDE INOLVIDABLE

 Te recuerdo Rodrigo Damián

Debido a esa inolvidable tarde

Que compartimos y  nos despedimos sin saber.

Fue una tarde rara, especial, distinta.

Por un momento pensé,

¿Será el comienzo de una nueva vida para ambos?

Mas tarde esa misma vida oscurecía mis días

Confirmando lo que el destino cruel me predecía.

Volviendo a ese dulce recuerdo

De aquella tarde inolvidable, no paro de pensar

En ese rostro angelical pegadito a mi lado.

Estábamos contemplando el tráfico

De la avenida Peñalosa, abrazados y de a ratos separados.

Esperando ansioso el comienzo de una clase

De educación de artes marciales.

Ingresamos por unas escaleras al gimnasio

Mirábamos cuidadosamente

Todo lo que se nos presentaba óptimamente.

Era demasiado temprano, así que preferimos bajar

Quería volver a sentir la misma apreciación

De amor de padre, inexplicable que sentí al estar a tu lado.

Me sentía muy orgulloso de mi negro

Lo miraba, lo estudiaba, lo admiraba,

Me auto-convencía lo especial que era mi muchachito.

Seguimos disfrutando un poco más,

La tarde decaía, hasta que volvimos a subir

La clase empezaba, nuestro profesor que nos daba ordenes

De formarnos y mi pobre hijo, debido a la insistencia del maestro

Paso a formar la hilera que nos separaba.

Sin pestañar, ni flaquear ocupo su lugar

Y al cabo de un PRE-calentamiento el instructor

Le asignaba un nuevo compañero de aprendizaje.

Yo de mi parte entrenando con adultos,

Mucho mas tarde mi Rodrigo me revelaba

Como me miraba por el espejo,

Y sin que el se diera cuenta yo también lo miraba.

Me terminaba convenciendo como el arte marcial

Había penetrado su espíritu, su mente, su corazón.

Ya estaba en su sangre.

Le había gustado tanto a tal punto

Que cuando regresábamos a casa de los abuelos

Su madre vivazmente noto el entusiasmo

Que traía en su ente,. En su animo..

Fue una de las mejores tardes de mi vida

¿Cómo olvidarla?

El cruel destino logro separarnos,

Pero no pudo lograr que te olvide hijo,

Ni borrarte de mi mente, ni de mi corazón.

Tan fulgurante recuerdo.

Pero algún día hijo mió

Esa tarde maravillosa, será el fruto
De muchas tardes inolvidables.