Un día como cualquiera en un penal
Pude observar con precisión
Las idas y las vueltas del privado.
De un extremo a otro,
Haciendo caminos cortos,
Caminos largos y otros por demás de lento.
Con las manos hacia atrás
Con la mirada abajo perdida,
Pensando mucho, pensando en nada.
Había también sentado
Ranchos cuantiosos y solitarios
Pero todos con sus penas
Y sus caras eran cualquiera.
Estaban como de costumbre
Las rejas que dividen
La línea de dos colores
Celeste cielo uniformaos,
Y por los otros
colores matizados.
De bigotes atentos mirando hacia adentro
Tirando un poco de
yerba
Para calmar el bagre
del hambre.
Controlando la trama que empieza.
.y contando los días
que se visten de tortugas.
Desde afuera del pabellón
Los pasillos lucían de diversos colores,
Muchos opuestos venían de su casa a trabajar
Y muchos confinados salían a la inversa de sus celdas
Los pibes de la universidad, el Internet
Que estaba y de a rato se cortaba.
Las escuelas con su curso,
Primaria, secundaria, los mismísimos talleres
El gimnasio, la enfermería, los asistentes sociales
La cocina y sus ratones gigantes
Y por el otro lado los guantes de higienes y sus requisas
Un minuto de silencio exclamo un aturdido
Pregunte ¿Por qué motivo?
Me contesto tristemente y dolorido
! Libertad! Y seguridad
.
Entonces comprendí, me falto salud mental.
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