lunes, 5 de noviembre de 2012

Dulces esquelitas de mi madre




Dulces esquelitas de mi madre
Que contemplan mi fría alma cautivada.

Ellas son consuelos para mí caminar
Con astucia en este valle de sombra

Las ansias de estar a tu lado
Madrecita linda.

Tristes y bellas esquelitas de mi madre
Muchas veces pisoteadas y maltratadas
Por este sistema carcelario regional atrevido.

Ellas revelan mi sustento semanal
Y demuestran el inmenso amor
De tus manos y tu amiga la cocina.

¡OH madre mía, madre sufrida¡
¿Que hubiera sido sin ti mama?

Hoy tus esquelas se han convertido
En mi buena medicina,
Para mi vida, mi soledad,
La cura a mis errores, a mis fracasos.

¡OH madre herida, madre querida¡

Eres mi bendita madre
Que jamás me olvida.

Viejas y nuevas esquelitas de mi madre
Que re viven mi ser, mi vida, mi libertad

Solo deseo que tus tiernas esquelitas
Renazcan de nuevo en este encierro,
Hoy que ya no te dejan ingresar
Que ya no existen, te exterminaron las requisas.

Pero que bueno es Dios que me ha dado
Memoria de elefante  que recuerdan
Con lágrimas  de dolor
El surco de tus palabras en lo más profundo
De la tabla de mi corazón.
Si esos recuerdos transmitidos,
Por tu grata compañía y sobre todo por
 Tus dulces y bellas esquelitas mamá

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