Era un día estival y muy
soleado
Cuando mi pobre alma
Demandaba condolencia
A un amor no correspondido.
Sin medir consecuencia
Solamente sonreíste dando
Vuelta así esa nebulosa
Pagina de mi vida,
Convirtiéndome así cual un hombre
Infame y sin escrúpulos.
Sin embargo todo siguió igual
Y junto a enormes praderas
A tu lado seguí alimentando
Este penoso y plúmbeo
Sueño ilusorio.
La confianza cargada
De intentos atracos enfermizos,
Me miraba apiadada
Mostrándome la puerta de salida.
Y ese tu mirar gigante y penetrante,
Alma mía podías ver
Desde lo más recóndito de sus ojos,
El deseo más intenso de experimentar,
Esa manzana pútrida y prohibida.
Siendo yo nuevamente una serpiente
Maligna revestida de engaños y
mentiras.
Solo me quedan esos recuerdos eternos
En que mi alma se complacía
Cuando junto a la tulla amada mía
Fulguraba sedienta, quizás por la
desdicha
De no haber podido beber
El néctar de la flor más bonita
Que supe tener unas ves a mi lado.
Amore mío……………..
Hoy mi alma errante y lastimada
Sufre agonizante la grieta profunda
Que dejaron tus pasos asesinos
Al aplastar mi viejo corazón.
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