No me importa
lo que digan de ti añahí
en las riveras del Paraná
viviré contigo.
No me importan tus rasgos toscos,
ni la fealdad que te crió,
Solo me importa tu mágico amor
Que me llevan
Que me llevan
a esas hermosas tardes veraniegas.
Y esas canciones que deleitaban
a los dioses, a tu gente, a tu tierra.
Y esas canciones que deleitaban
a los dioses, a tu gente, a tu tierra.
Pero hubo un día
en que nos quitaron algo en común
la libertad anahí,
Esa libertad de vernos
de amarnos.
de amarnos.
¿Dónde quedaron
nuestros ídolos anahí?
¿Que es lo que aremos ahora
mi amor?
No llores mas por favor
que tus llantos
destrozan mi corazón.
Déjame que yo sea tu consuelo.
No amor, no anahí
tu puñal ha topado
el corazón del centinela.
Escapa anahí, huye,
Vete que te buscan,
Corre bien lejos mi amor.
! OH Que tristeza anahí¡
triste has caído nuevamente
para ser llevada
a la hoguera del dolor,
que tonto me siento,
estoy loco y lejos de ti
solo en mi cuarto
Contemplando tus recuerdos
y el silencio de tu espíritu
soportando, venciendo
el dolor de tu sufrir,
la muerte, el ardor.
y el silencio de tu espíritu
soportando, venciendo
el dolor de tu sufrir,
la muerte, el ardor.
Pero alégrate anahí
tus dioses no te abandonaron
y te exaltaron, te hicieron flor
bella flor roja de terciopelo
rebalsada de esplendor,
te convertiste en la flor
de mi corazón
de mi nación,
valiente y fuerte
vencedora del sufrimiento
nosotros te bautizamos
los presidiarios y el pueblo
con orgullo y patriotismo
como la flor
del ceibo.
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